Chicas muertas es un libro de no ficción escrito por la argentina Selva Almada.
Gracias a una beca del Fondo Nacional de las Artes (FNA), la autora investiga tres asesinatos de mujeres ocurridos en la década del 80.
Los tres casos suceden en pueblos del interior de Argentina, en las provincias de Chaco, Córdoba y Entre Ríos.
Los tres suceden en los años sucesivos al regreso de la democracia.
Los tres están impunes.
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Andrea Danne tenía 20 años. La mataron en su habitación mientras dormía, en San José (Entre Ríos). Era estudiante de psicología.
María Luisa Quevedo tenía 15 años. La encontraron muerta en diciembre de 1983, en Roque Sáenz Peña (Chaco), mientras en toda la Argentina se festejaba el regreso de la democracia.
Sara Mundín tenía 20 años. Desapareció en marzo de 1988 y su cuerpo nunca fue encontrado.
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En 2014, cuando Almada publica este libro, el término femicidio no se utilizaba. Desde los medios de comunicación se realizaban coberturas sensacionalistas, por lo general culpando a las víctimas, y privilegiando móviles pasionales.
“Siempre pienso que para mí fue muy revelador ese caso, porque empecé a ver algo que me hacía ruido. Después, con el tiempo, el interés y las lecturas y porque también se empezó a hablar de femicidios y violencia de género en Argentina, pude darme cuenta de que lo que le pasó Andrea no había sido casual, en el sentido de que no había sido una desgracia, como muchas veces se calificaba a este tipo de casos, como ‘¡ay, qué desgracia lo que le pasó!’. No, no era una desgracia, era una cuestión mucho más profunda y que tenía que ver con lo cultural y con cómo las mujeres somos vistas y tratadas en la sociedad argentina en este caso, pero que se puede hacer extensiva a toda América Latina. Fue un caso que fue tan violento y tan terrible para mis 13 años que nunca lo pude olvidar”, señala Almada en una entrevista para Interferencia.
Chicas muertas es un libro para preguntarse qué cambió y qué no en estos más de treinta años en relación a la violencia para con las mujeres, en todos sus niveles.
Entre las crónicas de estos casos reales, la autora incluye sus propios recuerdos y sensaciones en torno a lo ocurrido.