Paula Turina es comunicadora y periodista de Rosario. Desde 2020 tiene un newsletter llamado Lectora Voraz, con un enfoque informativo, donde recomienda autoras con un criterio amplio (de distintas provincias, y no solo de Buenos Aires) y que además vincula la situación social y política de nuestro país con la literatura.
En la siguiente entrevista Paula cuenta sobre su trabajo, sus lecturas y su opinión sobre el panorama cultural en la Argentina 2024.
¿Por qué impulsás la lectura de autoras?
El recorte de autoras latinoamericanas contemporáneas para mi taller de lectura Disruptivas surgió como una necesidad de recortar un corpus. En el 2017 cuando empecé a leer escritoras argentinas y latinoamericanas y a ver que me convocaban más sus temáticas, pero que mi biblioteca abundaba en escritores. Me encanta leer varones, pero empecé a ver esa desigualdad en la propia biblioteca, también de la mano del feminismo. en las editoriales comenzaron a darle más lugar a las escritoras. Siempre hubo mujeres o disidencias escribiendo, pero no tenían la posibilidad de editar de la misma manera. Las temáticas y las maneras de escribir me convocan y en el taller podemos debatir sobre eso que leemos, me parece fundamental como forma de entender qué nos sucede en la contemporaneidad. Siempre hay temáticas que se cruzan en nuestras sociedades latinoamericanas, como la violencia, la marginalidad y la desigualdad.
¿Qué autoras de Rosario, tu ciudad, recomendarías?
La recomendación siempre es un recorte subjetivo y van a quedar muchas afuera, pero para hacer un breve listado puedo mencionar a Alisa Lein, que ganó en 2019 el premio del Fondo Nacional de las Artes con su libro Abajo es carne cruda, y después ganó un premio en México, y en España por un cuento. Hace cuentos raros, fantásticas, yo la combino en serie con Samanta Schweblin, por ejemplo.
Después, Paula Galanski, que ganó el Concurso Municipal Manuel Musto con otro libro de cuentos preciosos. Paula es muy joven, tiene 32 años y varios premios. También Cecilia Reviglio, que tiene una novela muy bella editada en la Editorial de la Universidad, Lila Gianelloni, con libros de cuentos y libros para infancias. Laura Rossi es una referente del género negro, que históricamente siempre ha sido escrito por varones. Y Maia Morosano, con libros para infancias, novelas, cuentos, poesía. También Melina Torres, que escribe policial con mucho humor y aborda temáticas muy rosarinas. Son novelas que están que tienen como escenario a Rosario, me parece muy interesante como se escribe de la ciudad con las complejidades actuales.
Como históricas, me gustaría mencionar a Angélica Gorodischer y Alma Maritano, fundamentales para hacer la historización de la literatura rosarina de mujeres.
¿Cómo ves las discusiones en torno al momento que vive la cultura en Argentina y el DNU que impulsa el gobierno electo?
Es necesario tomar postura en esto porque hay mucho en peligro. Estoy muy preocupada, es un golpe tremendo a la cultura de nuestro país, no solo al mundo literario, de la lectura, sino a la cultura en general. Es una preocupación la derogación de las leyes construidas y votadas en democracia. Algo que otros países no tienen y que nosotros sí hemos logrado es el precio de venta único de los libros, con la Ley del Libro, que evita que haya aprovechamiento de grandes cadenas sobre las librerías más chicas. Por eso, este mundo de librerías independientes de barrio podrían desaparecer.
También, pensemos en las bibliotecas populares… cómo alguien puede estar a favor de la destrucción de estos espacios tan importantes para la construcción de lectores y lectoras. Las bibliotecas son los lugares donde infancias y adultos pueden acceder a la lectura. El Fondo Nacional de las Artes, que es tan importante para las becas de estímulo, las becas de formación para dar lugar a las nuevas voces y artistas…
Ante esto hay mucha organización desde la Cámara Argentina del Libro, la Cámara Argentina del libro independiente, asociaciones civiles, los grupos de actores y actrices, músicos y músicas, el cine. Eso me parece bueno. En este escenario la salida es colectiva, como periodista y comunicadora y amante de los libros me parece que un rol importante en estos tiempos es comunicar y difundir. Hay mucha desinformación, poca lectura, reproducción de discursos sin conocer realmente las leyes y lo que conllevan.